Los vinos sin alcohol o, propiamente dicho, vinos desalcoholizados no son jugos de uva. Para que nos proporcionen la sensación de que sí es vino necesitamos que estén presentes varios compuestos aromáticos que se producen durante la fermentación (aromas secundarios, de los cuales siempre destaca el etanol o alcohol etílico).

Actualmente existe un proceso muy sofisticado para eliminar el etanol de los vinos. Éste proceso consiste en centrifugar el vino y someterlo a vacío, causando así la volatilización de sus distintos componentes: aromas, alcohol, agua y demás compuestos de textura y nutrimentales. Los vapores de estos compuestos son capturados por una columna con una serie de conos fríos, que al ser tocados por los distintos compuestos son condensados. Obtenemos así una fragmentación del vino en frío. Se descarta la fracción en la que se encuentra el etanol y las demás fracciones se reúnen para reconstituir el vino original, pero sin el etanol. Y de nuevo tenemos vino, ahora desalcoholizado.

 

 

Décadas atrás, la forma de eliminar el etanol era bastante simple, el vino se sometía a calentamiento para que el etanol se evaporara, pero junto con él otros aromas se evaporaban también, dando un producto bastante desangelado. En un intento de volver a darle un rico aroma, el vino era mezclado con jugo de uva. Aún así, no era convincente.

Hoy en día, quien quiere evitar el consumo de alcohol puede seguir disfrutando de los beneficios de beber vino, ya que en su reconstitución se reincorporaran a la mezcla los antioxidantes, el resveratrol y los ácidos naturales propios del vino. Pero sin sus calorías.

Una porción de 100 ml de vino tiene, en promedio, 71 Kcal; en un vino desalcoholizado oscila entre 16-26 Kcal en una porción del mismo tamaño; redondenado: 60% menos calorías. El etanol es metabolizado en nuestro cuerpo como un Hidrato de Carbono (carbohidrato), además de las calorías que aporta, mantiene un índice glucémico en sangre durante más tiempo, pues compite por la vía con otros Hidratos de Carbono y cuando tenemos exceso de ingesta de Hidratos de Carbono, el cuerpo los almacena como grasa. El grueso de los estudios sobre beneficios del consumo de vino están desarrollados con vino desalcoholizado.

Cada año hemos visto un creciente interés por vinos desalcoholizados. Hoy en día bodegas muy reconocidas por sus vinos están elaborando vinos desalcoholizados. Bodegas como Matarromera y Miguel Torres ofrecen algunas etiquetas sobresalientes en esta categoría. Y en la industria se siguen buscando métodos para que estos productos sepan lo más parecido a los vinos tradicionales. Si quieres experimentar, probar o beneficiarte del consumo de vinos desalcoholizados, tenemos para ti la colección más grande de vinos sin alcohol en México, visita el enlace: Vinos sin Alcohol

05 abril 2022 — Miguel E. Serrano