Nos encanta que las cavas se vayan transformando a lo largo del año según la estación en la que nos encontramos.
Los días más cortos y las tardes frescas propios del otoño nos invitar a cambiar los vinos rosados y blancos por vinos tintos ligeros.

Los suéteres gruesos, el pan de muerto y el chocolate caliente son confortables, pero necesitamos vinito.

 

Presentamos tres opciones de vinos que te ayudarán a sobrellevar esas noches frías, sin tener que elaborar una cena opulenta y calórica.

 

Vinos de Uva Zinfandel

 

Buscamos vinos de mayor cuerpo, que a la vez el tanino sea amable al paladar, los tintos de Zinfandel con sus aromas a compota de ciruela, zarzamora y toques de tabaco, incluos chocolate y especias de panadería son ideales para nuestro propósito. Tanto los exponentes de Valle de Guadalupe como los de alta California son ideales para dejar caer en nuestra copa.

Maridan muy bien con panes especiados con queso curados o muy maduros acompañados de mermeladas; chacutería muy madura de estilo catalán, costillitas horneadas o una golosa hamburguesa con cebolla caramelizada.

Da click aquí para conocer nuestras sugerencias.

 

Vinos de Uva Barbera

 

Dentro de la lista de culturas que saben disfrutar del bien comer está, sin duda alguna, la italiana. Esta uva originaria del Piamonte nos remite a esas mesas amplias rebozantes de los productos de la temporada, pastas con setas, cremas de calabacines, pays de carne y salchichones asados; son sublimados a nuestro centro del placer por la armonía de la fruta roja fresca de la uva Barbera, ligada a una acidez media y un tanino que acaricia el paldar. Cono ce estos vinos dando click aquí.

 

Los de Cabernet Franc

 Una carga frutal que te ofrece un puré de frambuesas frescas salpicada de notas especiadas de la gama de las pimientas y pimientos. En boca encontrarás vinos amables de elegante tanino. Ve por esa caja de chocolates rellenos o biscochuelos y consiéntete. Da click aquí para conocer nuestras porpuestas.

12 octubre 2022 — Miguel E. Serrano