Hace algunos años parecía que los vinos estaban restringidos a la comida europea o los vinos tintos sólo a carnes. Conforme los consumidores de los nuevos países productores (el nuevo mundo) han ido conociendo sus vinos han aprendido a armonizarlos con su comida tradicional y dejar los maridajes tradicionales sólo para los buffets de los hoteles. Maridar con comida "fifí" ha quedado en el pasado. La comida tradicional de México también puede acompañarse con vinos.

Los vinos mexicanos se elaboran en muy distintas regiones del país (lee nuestra publicación sobre zonas productoras en México) y con un gran número de variedades, lo que abre un gran panorama de estilos y sabores. Uno de los mejores consejos de maridaje que me han dado es: "trata al vino como si fuera una salsa" (y no sólo de las picosas, aclaro). Así que comencemos...

 Tacos de carnitas.

Los tacos de carnitas o la técnica del confit varía de región en región y últimamente se han democratizado y además de cerdo encontramos conejo, pavo y el clásico francés de pato.

Acompaña esos tacos de gran profundidad de sabor con un vino de tanino pulido y suave con una acidez que refresque y limpie tu paladar y que soporte muy bien la cucharada de salsa que le pones a cada taco, como Pizpireto de Cava Garambullo.

Tacos de Birria.

La Birria es uno de los grandes aportes del Bajío a la gastronomía nacional. Ese profundo aroma a carne con los perfumes de las especias y los chiles que han suavizado tras larga cocción la carne; mejor aún si es de chivo.

Necesitarás de un vino de buena acidez que limpie el paladar y los labios y que tenga el perfume suficiente para que el trago no sea desepcionante. Tempranillo por la Mañana es un vino fresco, de altura, prudicido por Tierra de Peña en Querétaro. La altitud del viñedo ayuda a que la uva conserve una acidez que le dé batalla a ese nutrido taco y cuyas notas resaltan los perfumes propios del platillo.

Enjitomatadas de pollo.

En la cocina mexicana también hay sutilezas. Y para éste platillo necesitamos algo amable que respete la suavidad del maíz y el pollo, pero que tenga buena presencia ante la acidez del jitomate. Naranja de Dominio de las Abejas es un vino elaborado con un cupage de uvas blancas sometidas a maceración larga. Su acidez y su cuerpo serán el acompañante perfecto para éste platillo.

Tacos al Pastor.

No has vivido si no has comido tacos al pastor acompañados de un vino rosado. Te proponemos Oro Rosa de Bodega Tribos de Coahuila. Un vino rosado elaborado por sangrado de tres varietales tintos, su frescura y aroma te maravillarán en éste maridaje.

El Rey Mole Poblano.

El picante con los vinos espumosos no nos gusta. Por eso te proponemos maridar éste complejo platillo con un Zinfandel elaborado por Chuy Ribera en Bodegas El Cielo: Zeus. La frutalidad propia del varietal, su corpulencia y sus aromas de crianza armonizarán increíblemente bien.

Esperamos que éste texto te invite a probar tu platillo mexicano favorito con varios vinos y encontrar el maridaje de lujo, el de diario y el de siempre.

Descubre aquí nuestra selección de 25 vinos con los que no tendrás falla para acompañar nuestra cocina.

 

 

14 septiembre 2022 — Miguel E. Serrano