Existen en el mundo, viñedos que están fuera de la llamada franja del vino (zona entre los paralelos 30-50⁰ latitud Norte o Sur). En viñedos más ecuatoriales en los que el clima es muy cálido se correría el riesgo de que las uvas sobremaduren y carezcan de aromas y acidez, por lo que se busca emplazar viñedos en zonas altas. A continuación te decimos qué efecto tiene la altitud sobre los viñedos:

 

 

  1. Por cada 100 m que subas en el terreno, tendrás la disminución de 1⁰C en la temperatura ambiental. Ve a algún parque nacional en lo alto y verás cómo necesitas de un swetercito o chamarra.
  2. En viñedos más fríos la maduración es más lenta y prolongada, por lo que las uvas llegan a buen término más tarde. Es como un estofado a fuego lento.
  3. La temperatura durante la noche baja severamente, a esto se le conoce como amplitud térmica o diferencial térmico día-noche. Se dice que el que las noches de un viñedo sean frías permite que las vides descansen del trabajo fotosintético del día y acumulen, nuevamente, los ácidos que transformaron en azúcares durante el día. La existencia de ácidos en las uvas para vino es fundamental para lograr un buen equilibrio con el alcohol en el vino final.
    “La altura ronda entre 1050 y 1250 msnm lo que garantiza muy buena amplitud térmica entre el día y la noche. Días cálidos con temperaturas de 30 a 32 C, noches frescas con temperatura de 12 a 15 C.”
  4. Los viñedos de montaña suelen ser secos, pues la lluvia precipita en la parte alta formando nieve. La ausencia de humedad excesiva evita que proliferen hongos que causan enfermedades en las plantas o que pudren las uvas.
  5. Viñedos como los de Salta, Arg.; Brasil, Colombia, Hawaii son posibles gracias a que están emplazados en zonas altas.

Algunos países consideran tan importante el efecto de la altura del viñedo, que declaran esta información en sus etiquetas como un factor de calidad.

01 agosto 2016 — Miguel E. Serrano