Convertida en la variedad existente más universal y sinónimo de vinos fáciles de comprender, el Merlot a veces es menospreciado. Lo que no le impide estar en el origen de uno de los vinos más preciados del mundo: el Petrus.

Un poco de historia

Los orígenes de una de las variedades más faosas se pierden en las sombras de la historia. Sabemos que al final del siglo XVIII, ocupaba una parte importante de los viñedos de Saint-Èmilion y Pomerol (Francia).

Asociada a la cabernet sauvignon, le aporta su elegancia y su sabor a fruta característicos.

 

 

La Vista

Joven, el color es denso, casi negro con reflejos violáceos, evoluciona con los años hacia las notas granate.

La Nariz

Desarrolla aromas de frutas rojas con sabor a mermelada, mora, casis, ciruela pasa, subrayados por un toque de especias.

La Boca

El ataque es muy franco, pero con una gran elegancia, desarrolla todos los aromas anunciados por la nariz añadiendo una elegancia agradable, grasa y untosa. Lo que la convierte en una de las variedades más fáciles de apreciar en su juventud.

03 febrero 2016 — Juan Sotres